Caso 2: victimización de tipo activo
A
continuación voy a realizar un esbozo de intervención en el caso
número dos, una victimización de tipo activo. En primer lugar haré
una descripción del problema a partir de la información facilitada,
más tarde haré una propuesta de intervención y, por último,
planificaré el tipo de seguimiento para comprobar que la
intervención ha sido efectiva.
Comienzo
pues con la descripción del
problema, explicando la situación de la clase y de los
protagonistas del caso...
Según
los datos aportados en el informe del grupo de la herramienta online
Mybullling (SociEscuela) han contestado al test 28 alumnos/as con una
media de 11 años. La inmensa mayoría se siente bien, tiene amigos
en el grupo y considera que hay orden y tranquilidad para dar la
clase. Hay 4 alumnos/as amables, respetuosos/as y que ayudan a los
demás (alumno 12, alumna 19, alumna 1, alumna 4), especialmente los
dos primeros.
Sin
embargo, también indican que existen algunos conflictos.
Concretamente, 20 de los 28 alumnos son testigos de acoso a la alumna
24. Según indican los compañeros/as muchas veces le aislan,
rechazan o hablan mal de ella, algunas veces le insultan, intimidan o
le maltratan físicamente. El autoinforme de la alumna indica que
estas conductas se producen muchas veces y también refiere que le
molestan por internet o el móvil (esto puede estar pasando
desapercibido para los/as demás).
Los
compañeros/as creen que la alumna 24 lo pasa muy mal, que discute
bastante, que le gusta llamar la atención, que no es tranquila ni
tímida. Indican que se defiende algo mal y creen que tiene 2
amigos/as. La propia alumna confirma que lo lleva muy mal e informa
de que no tiene ningún amigo/a. Lleva meses viviendo esta situación
en la que le molestan chicos de su clase y otras clases y no sabe la
razón. Esta alumna está aislada en su clase, pues el 74% indica que
no la quiere como compañera de mesa y ninguno de los compañeros/as
dice que se junta con ella. Esto refleja una situación de acoso
consolidada.
Según
las respuestas de la alumna al acoso, se trataría de un caso de
victimización de tipo activo.
A
continuación explicaré la posible intervención...
En
primer lugar hay que asegurarse de detener las agresiones a la
alumna. Para ellos hablaremos con los agresores y les informaremos de
la gravedad de sus conductas y de las consecuencias que habrá si
vuelven a realizarlas. También implicaremos a sus familias para que
colaboren en el control de estas conductas. Por otra parte, se
informará a los docentes y cuidadores de la situación de acoso para
que estén más atentos y puedan evitar que se produzcan agresiones.
Realizaremos
una entrevista con la alumna para obtener más información,
conocer con detalle lo que ha ocurrido (cómo se inician las
agresiones, participantes, frecuencia, su respuesta) y cómo se
siente. En esta entrevista le manifestaremos nuestro apoyo y deseo de
ayudarle y estableceremos un canal de comunicación con la alumna
para conocer cualquier hecho que se produzca y así poder actuar.
También le preguntaremos por sus preferencia respecto a los alumnos
prosociales (alumno 12, alumna 19, alumna 1, alumna 4) y sus amigos
más directos (ella indicaba que estaba a gusto con Antonio C. y
Manuel). Con esta información elegiremos una pareja que harán de
Alumnos-ayuda (uno prosocial y un amigo suyo), les entrevistaremos y
pediremos su colaboración en este caso. Aconsejaremos a la alumna
acosada que cuando estén presentes sus agresores y no haya profesor,
procure estar acompañada de uno de estos alumnos para estar más
protegida. Debe evitar situaciones de riesgo como ir por sitios del
centro que no estén vigilados o comunicarse por la redes sociales
con los agresores. Por otra parte, mantendremos al compañero de
mesa, ya que ella indicaba que estaba bien con él, pero
modificaremos la ubicación de otros alumnos para hacer que la alumna
24 esté más cerca de los Alumnos-ayuda, al tiempo que está más
alejada de los alumnos que le molestan. Al hacer los cambios
tendremos en cuenta que los Alumnos-ayuda permenezcan también cerca
de sus amigos, para que todos/as estén a gusto. Es importante
también compensar la colaboración de estos alumnos dedicándoles
más atención e informando y mostrando agradecimiento a sus
familias.
Después,
al tratarse de un caso de victimización de tipo activo, vamos a
realizar actividades de control de la impulsividad
(reconocimiento de las
propias emociones, técnicas de relajación...). Si nuestra
alumna es capaz de controlar mejor sus respuestas ante las
provocaciones de otros/as alumnos/as, se sentirá mejor y evitará
problemas (los alumnos agresivos dirigen sus ataques a alumnos de los
que obtienen una respuesta, ya sea miedo, vergüenza o ira).
Una
vez que la alumna es capaz de controlar mejor sus impulsos, se
realizarán actividades de habilidades sociales
(empatía, comunicación
asertiva, pedir ayuda, disculparse, convencer a los demás, defender
los propios derechos, responder a las bromas/ataques...). En
mi opinión es importante que estas actividades no sean solo para la
alumna acosada, sino que también se realice un trabajo de tutoría
con todo el grupo para mejorar la cohesión del grupo, fomentando el
respeto, la tolerancia, la ayuda entre iguales... Aunque no todos los
alumnos participan por el igual en el acoso, existe un rechazo
generalizado a la alumna y posiblemente un consentimiento de la
situación. Creo que es necesario cambiar esta dinámica en el grupo
y que los que ahora son parte del problema se conviertan en parte de
la solución. Hay que hacer un trabajo específico con los
acosadores. Es necesario saber qué les ha llevado a mostrar estas
conductas e intervenir sobre ello. Habrá que enseñarles formas
positivas de obtener respeto, reconocimiento, etc. de los
compañeros/as.
Por
último indicaré un plan de seguimiento para comprobar que la
intervención ha sido efectiva. Este plan incluirá entrevistas
periódicas (en un principio semanales) con la alumna para conocer
como va cambiando la situación y cualquier dificultad que pueda
surgir. Se producirá una valoración constante en el aula y en las
actividades para control de la impulsividad y mejora de las
habilidades sociales. Pueden registrarse tanto las conductas de
acoso, como las conductas positivas (interacciones positivas,
ayuda...) que se vayan produciendo. También, una vez finalizada la
intervención, se volverá a utilizar el test Mybulling para que los
alumnos vuelvan a valorar las relaciones del aula. Este nuevo informe
debería reflejar importantes cambios si dicha intervención ha sido
efectiva.
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